México - Los glifos de la escritura maya han revelado a los especialistas al menos mil años de la historia de sus gobernantes, sus pasiones, sus intrigas, las guerras en que se involucraron y los rituales que practicaban, dijo a Efe el arqueólogo Enrique Vela.
"En los glifos mayas encontramos una historia de pasiones e intrigas, son cerca de 1.000 años de guerras constantes entre ciudades estado que compartían el idioma, visiones religiosas, costumbres y muchas cosas", dijo a Efe el arqueólogo y editor de la revista Arqueología mexicana.
El especialista explicó que el número de julio de Arqueología Mexicana, dedicado a las ciudades mayas del período clásico (250-900 d. C.), muestra detalladamente la vida de las cortes de los gobernantes de Yaxchilan, Calakmul, Palenque, Toniná, Copán, Tikal, entre otras.
Señaló que dos períodos mayas se conocen ampliamente, la etapa de la conquista a través de los relatos de los cronistas, y el del clásico maya por sus registros en glifos en piedra y cerámica que "nos permiten conocer a detalle fechas como el nacimiento, muerte, entronización y relaciones de parentesco".
El arqueólogo recordó que el investigador soviético Yuri Knorosov (1922-1999) descifró la escritura jeroglífica maya y que a partir de su trabajo se pudo empezar a conocer el sentido de las inscripciones mayas y a través de ellas todas las "historias de los gobernantes".
Explicó que a los europeos, al llegar a América, les sorprendió encontrar sociedades estructuradas de la misma forma que las del Viejo Continente, con un gobernante casi divino, era rey, sacerdote y comandante en jefe de los guerreros.
No obstante, Vela advirtió que la información se debe tomar con reserva, pues ahí se escribió lo que querían los reyes, su versión de las guerras, de los rituales; "todo debe ser visto como propaganda de los gobernantes" y sus relatos deben compararse con los resultados de las investigaciones.
"A veces nos dicen en sus inscripciones que sus ciudades eran enormes, pero los datos arqueológicos nos muestran que eran pequeñas, o que un gobernante tenía unos 80 años, cuando sus restos óseos demuestran una edad de 53 años", indicó.
El arqueólogo explicó que en las sociedades mayas el papel central lo ocupaba el gobernante, que era el centro del poder y de la organización social.
Los grandes señores del clásico compartían linajes que justificaban la transmisión del poder entre parientes cercanos, y eran los intermediarios de las divinidades, aunque también dirigían la administración de la economía y la política.
El gobernante se encargaba de cumplir los rituales, entre ellos los sacrificios para perpetuar la continuidad de los ciclos naturales, y cuando representaban a la divinidad los jefes llevaban máscaras de los dioses.
"En el caso de los mayas se realizaban autosacrificios, los jefes donaban su sangre, se horadaban la lengua, el pene, las orejas, la sangre que brotaba era el líquido sagrado", señaló.
Vela aclaró que aunque no hay datos sobre sacrificios humanos, en las pinturas de Bonampak, en el sureño estado de Chiapas, "hay imágenes de decapitaciones en donde se observa que del cuerpo de un sacrificado mana la sangre, al parecer de una extracción de corazón".
"Ahora sabemos cómo se llama cada uno de los jefes en cada ciudad estado, cuál fue su historia, sus pasiones, sus guerras recordadas en los escritos", comentó.
Los mayas, que aportaron el calendario y el sistema vigesimal, "no eran nada pacíficos, todo el tiempo estaban en guerra y todas están registradas en las inscripciones", manifestó el antropólogo.
Sobre el abandono de las ciudades del período clásico maya y su éxodo al norte de Yucatán, afirmó que no existe ningún misterio sino una explicación "multicausal", entre cuyos factores están el clima de guerra, la presión demográfica y el agotamiento de la tierra por una agricultura depredadora de los suelos.
Precisó que en la zona del clásico que abarca desde el sur de Tabasco, Chiapas, Belice, Guatemala y Honduras, se extiende una extensa selva tropical que tiene una antigüedad de unos 1.000 años, "una selva joven que cubrió miles de ciudades mayas".
"Tenemos la idea de que hay unas cuantas ciudades perdidas en la selva, se han explorado unas cuantas, pero hay mucho más, eso esta tapizado, se cuenta que hay miles de ciudades sepultadas bajo la selva, algunas de gran tamaño", aseguró.
La expansión demográfica, explicó, ha hecho que las poblaciones talen la selva y en cada sitio encuentran restos arqueológicos mayas, lo que propicia la destrucción y el saqueo.
El experto destacó que no es suficiente preservar las grandes pirámides, sino incluir el cuidado de las casas de todos los sectores sociales, pues por ellos se sabe cómo vivía toda la sociedad.