Él habla, juega, se comporta y se ve como cualquier niño normal, pero todo cambia cuando se sienta frente a un piano.
Con la primera nota que entona pasa de lo ordinario a lo extraordinario. Juan Carlos Argueta sólo tiene 5 años, pero a su corta edad ya puede tocar algunas de las piezas de música más complejas, entre ellas las del prodigioso Mozart. Ya ha ofrecido varias presentaciones en importantes eventos y ha sorprendido a los asistentes.
Su talento no ha pasado desapercibido y prueba de ello es que incluso la Facultad de Música de Juilliard, en Nueva York, Estados Unidos, una de las más prestigiosas academias de arte del mundo, se ha comunicado con los padres de Juan Carlitos para decirle que lo esperan con las puertas abiertas cuando el niño cumpla los 8 años, ya que tienen una edad mínima de admisión.
Charla con el genio
Juan Carlitos estudia en la escuela Metropolitana de Música y fue ahí donde el equipo de Diario LA PRENSA pudo comprobar sus grandes destrezas como músico.
Al entrevistarlo se aprecia que el prodigio es la mezcla de un niño que sólo quiere divertirse y un experto en música clásica e interpretación.
“Me gusta la música porque me da felicidad. Cuando hay bastante gente no me pongo nervioso, me da más felicidad. Toco el piano desde los tres años y no me cuesta”, dijo el pequeño.
El niño demostró que tiene muy definidos sus gustos musicales, de los que habló con soltura. “Me gustan como unos diez artistas, Richard Clayderman, Mozart, Bach, Beethoven, Raúl di Blasio, mi primo y el mister Walterio de la escuela”, expresó con gran convicción.
La plática con él se extendió y contó los detalles sobre su pasión. “La gente me dice que toco bonito y me felicitan.
Me pongo por las mañanas a practicar y siempre mi papi piensa que no he practicado y me pregunta, pero yo ya lo he hecho. Para tocar me gusta más la sonata porque es más feliz, porque es un allegretto”, aseguró.
El pequeño sigue un plan de estudio enviado por la escuela Juilliard para que sirva como guía de preparación en la educación musical de Juan Carlitos, mientras cumple la edad mínima requerida para ser admitido en la academia neoyorquina.
Cada día sorprende más
El padre de Carlitos, Juan Carlos Argueta, afirma que los primeros impresionados con el talento del niño fueron los miembros de su familia.
“La historia de cómo empezó todo es peculiar. Carlitos tiene un primo que llevaba clases de piano en la secundaria y andaba con su teclado, y como todos llegaban a la casa de la abuela, ahí se reunían. Entonces, Juan Carlitos, que sólo tenía dos años y medio, comenzó a demostrar que podía aprender canciones con gran facilidad. Luego le compramos un piano de juguete y así nos dimos cuenta de que él tocaba demasiado bien para su edad”, recordó el orgulloso padre.
Sobre las presentaciones, Argueta dice que Carlitos no deja de sorprender y superarse.
“Lo primero que Juan Carlitos aprendió fue el himno nacional de Honduras. Lo interpretó a los tres años en el recital de la escuela, pero ha seguido dando presentaciones espectaculares donde la gente se queda asombrada. A veces se comporta como un artista internacional experimentado, improvisa, se dirige al público y anima”, indicó.
Le exigen al máximo
Walterio Galdámez Trejo es el director de la Escuela Metropolitana de Música y maestro de Juan Carlitos, que tiene una licenciatura en Música obtenida en el Conservatorio de Nueva Inglaterra de Boston, Massachusetts. Asegura que, por su experiencia, desde que el niño llegó sabía que era alguien diferente.
“Las piezas que él va aprendiendo se las enseñamos en forma de lectura, de oído e intuitivamente. Por su talento único, puede absorber rápido las piezas de piano.
Lo importante para él es el desarrollo técnico, musical, auditivo e intuitivo y exponerlo en diferentes experiencias. Deberá seguir practicando con pasión y distinguirse por su propio estilo”, declaró Galdámez.
Cortesia de La Prensa