30 de octubre de 2012
Mujeres garífunas, custodias de cultura y ambiente en Honduras
TRUJILLO, Honduras, oct (IPS) - El paso del huracán Mitch, que hace 14 años devastó Honduras, impulsó entonces a un grupo de mujeres de la etnia garífuna a organizarse para asistir a los más afectados. Luego ampliaron su tarea y se convirtieron en un ejemplo de compromiso a favor del ambiente, el rescate de la cultura y la agricultura sostenible.
La experiencia culminó en el Comité de Emergencia Garífuna de Honduras, liderado en su mayoría por mujeres residentes en el caribeño municipio de Trujillo, una de las zonas más bellas del país y primer asentamiento humano creado por los españoles en la época de la conquista.
Cuando el Mitch "golpeó nuestra comunidad y la ayuda no llegaba, nos organizamos para salir en busca de comida, medicinas y techos porque no podíamos permitir que fracasara nuestra gente", contó a IPS la directora ejecutiva del Comité, Nilda Hazel Gotay.
Entre el 22 octubre y el 5 noviembre de 1998, el huracán se movió por el mar Caribe, América Central, el sur de México y de Estados Unidos. A su paso por Honduras, en particular, dejó 6.500 muertos, 9.000 desaparecidos, 1,5 millones de damnificados y pérdidas materiales por unos 4.000 millones de dólares, según cifras oficiales.
Al Comité de Emergencia Garífuna lo integran nueve mujeres y tres hombres, y desde hace 13 años trabajan en tres ejes articulados, que son ambiente, rescate cultural y agricultura sostenible.
Unas 16 comunidades han sido beneficiadas con las iniciativas del Comité Garífuna, que desde su creación ha logrado despertar conciencia en las comunidades sobre la importancia de preservar los recursos naturales con proyectos de reforestación de microcuencas y de mitigación frente al cambio climático, además de cultivos agrícolas sin pesticidas.
Las ayudas de la cooperación internacional han sido variadas, pues sus proyectos van dirigidos a colectividades garífunas muy pobres que "deben estar fuertes para enfrentar su futuro", comentó Gotay, líder de esa etnia, al informar que actualmente ejecutan planes de rescate cultural, agricultura y reforestación en las comunidades Santa Rosa de Aguán y Santa Fe. Iriona es otra de las comunidades a integrar en un futuro próximo.
"Les enseñamos a nuestro pueblo el modo de sembrar cultivos propios de nuestra cultura, como yuca, malanga, plátano, cocoteros y camote", además de educar a los niños y niñas sobre las tradiciones garífunas de la danza y la música autóctona.
Estas prácticas tradicionales, indicó Gotay, han servido para hacer frente a los desastres naturales, a prepararse ante la variabilidad del clima con el consecuente aumento de las sequías. Así han logrado recuperar las microcuencas de Guadalupe y Trujillo, reforestar playas y recuperar especies frutales como el coco, entre otras.
Hugo Galeano, experto en asuntos ambientales, dijo a IPS que la labor que ejecuta el Comité Garífuna de Emergencia es el mejor ejemplo de integración de una comunidad en defensa de los recursos naturales, "al ser ellos los protagonistas de sus historias de cambio y rescate cultural".
"Las mujeres garífunas han mostrado su liderazgo y capacidad de gestión, sin necesidad de intermediarios, lo que abarata costos y otorga a estos grupos de base de sociedad civil mayor organización comunitaria", agregó.
Al par de las acciones a favor de la naturaleza y la agricultura sostenible, las comunidades beneficiadas con los proyectos que impulsa el Comité han logrado también evitar que muera en las nuevas generaciones, en especial los menores y los jóvenes, su cultura garífuna procedente de sus ancestros de África.
Fuente : proceso.hn