7 de mayo de 2013

Un ejemplo de superacion

hondureños destacados en USA
Pese a que conoce muy bien su discurso, porque es su historia, la historia que aún le arraca lágrimas, ningún momento preparó a José Luis Zelaya para contarla ante un grupo selecto de estudiantes de la Universidad de Harvard. "Este chavito que creció en las calles de Honduras, que no tenía dónde acostarse, ahora estaba en una de las mejores universidades del país, del mundo e iba a tener la oportunidad de compartir su historia", recuerda José Luis en entrevista con ElHeraldo.hn

Su comparecencia ante una de las mejores universidades del mundo el viernes pasado es una de varias satisfacciones que ha recibido gracias a su tesón por salir adelante.José Luis es un soñador que desde la miseria ha ido tejiendo su futuro y ahora comparte la historia de su vida para inspirar a niños y jóvenes a seguir adelante.

 Durante mucho tiempo, su principal fuente de ingresos ha sido la elaboración de varios accesorios de crochet, con lo que logró llegar a estudiar en la universidad y ahora está a un paso de terminar su maestría. Este hondureño dejó el anónimato cuando llegó a contar su historia en el programa Despierta América de Univisión, donde lo sorprendieron cuando le entregaron el documento que le concedía el permiso para quedarse y trabajar en Estados Unidos, en el marco del programa de los Dreamers que aprobó el presidente Barack Obama.

Durante la conversación, su voz se quiebra al recordar su vida, llena de dolorosos momentos que han formado su carácter no sólo para salir adelante, sino para que otros puedan creer que también que cuando se quiere se puede.  Y es que su historia tiene de todo, problemas familiares, pobreza, deseo de seguir adelante y sus propias heroínas, su madre y su abuela, a quienes ama y protege, pero mantiene su hermetismo al contar detalles sobre ellas.Pero quizá los recuerdos más dolorosos son los de ese trayecto hacia los Estados Unidos, en el que vio tanta violencia y abuso, y que aún permanecen en su corazón como una herida recién abierta.El escenario y la audiencia varían, pero José Luis es el mismo, la historia es la misma, igual de dura, igual de inspiradora, donde él mismo demuestra sus dotes haciendo crochet para dar a conocer que "el arte nos puede ayudar a educarnos".

 Desde niños de primer grado hasta universitarios, José Luis se ha vuelto un verdadero motivador, con fe en Dios y quiere que otros logren sus metas. "El chiste no es contar una historia triste, no es contar una historia que le dé a la gente pena, sino que el chiste es poder contar la historia porque muchos niños en Honduras y otros países siguen viviendo mi propia historia". Quizá esta sea su principal motivación, ser un maestro y enseñarles a sus alumnos a no rendirse y animarlos a "hacer la diferencia". Su deseo de tener su propio salón de clases lo motivan aún más y tiene una meta clara.
Comenzar enseñando a adolescentes, para luego trabajar con jóvenes y finalmente regresar a la Universidad de Texas A&M, para instruir a aquellos que luego se convertirán en maestros como él.

Su visita a Harvard lo ha impresionado porque "gente que conoce tanto, aplaudan tu historia, la historia de mi país, de mi mamá, de mi familia y digan que te admiran significa mucho para mí". "No sólo me lo dicen a mí, lo dicen a todo lo que represento y una de las cosas que represento es mi país". Pero no sólo es contar su historia, es hacer que aquellos que lo escuchan hagan algo para ayudar a la sociedad, porque "los jóvenes son el futuro de la sociedad".