Cuando la niña Paola Cecilia Oliva Altamirano recorría en 1988 las estrechas calles de Marcala, La Paz, para asistir a su escuela, jamás se imaginó que 20 años después estaría al frente de los astrónomos más importantes de Europa y Oceanía.
La inteligencia y los conocimientos adquiridos en el Instituto Polivalente 21 de Octubre, de Marcala, y los estudios superiores de Física realizados en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) la impulsaron a involucrarse en un programa de doctorado en “astrofísica con especialización en formación y evolución de galaxias” en una universidad de Australia. “Las oportunidades existen y es trabajo de cada quien encontrarlas. Honduras tiene la facilidad de tener programas de becas en conjunto con embajadas; agregando el Internet como la mejor fuente de búsqueda. En mi experiencia, yo terminé mi licenciatura en Física en la UNAH y a través de escuelas y conferencias internacionales, conseguí un intercambio de investigación en la Universidad de California, Santa Cruz (UCSC), donde trabajé en un proyecto por 11 meses en el 2011”, expresó.
Paola expresó que luego aplicó a diferentes universidades para realizar sus estudios de doctorado. “Elegí la Universidad de Swinburne en Australia. Mi programa comenzó en el 2012 con proyecciones de finalizar el 2015. Mi experiencia ha sido muy satisfactoria, fuertemente recomendada”, dijo la futura astrofísica.Pero esta catracha se resiste a que su formación profesional termine con el doctorado, por lo que aspira a elevar aún más sus conocimientos. “Al finalizar mi doctorado vendrán un par de años de post doctorado. Seguiré la misma línea en evolución de galaxias; en especial el estudio de la cinemática y población estelar de las galaxias más brillantes en grupos de galaxias”, dijo. Además, estima que dentro de unos 10 años intentará regresar a Honduras y poner “un granito de arena” en el desarrollo de la ciencia. “En nuestro país hay gente con mucho potencial, pero no existen los suficientes recursos. He intentado mantenerme en contacto con otros hondureños estudiando en el extranjero con la esperanza de algún día trabajar juntos para el desarrollo de nuestro país”, reveló.
Paola recordó que durante su último año de la licenciatura en Física, tuvo la oportunidad de asistir a la Escuela Internacional para Astrónomos Jóvenes (ISYA2009) en Trinidad y Tobago. Allí aprendió algunos de los principios básicos en astronomía y conoció a la que sería su supervisora de tesis. “Al trabajar en mi tesis de pregrado: “Líneas de emisión en las galaxias más brillantes de los cúmulos”, me encontré familiarizada con la investigación y particularmente, la investigación astronómica. A partir de entonces decidí tomar mis estudios de posgrado en el área de las galaxias”. Además se le presentó la oportunidad de participar en la escuela de verano del observatorio del Vaticano en el 2012. La escuela está compuesta por 25 estudiantes de diferentes nacionalidades, cuatro profesores y los sacerdotes astrónomos que están a cargo del observatorio. “Convivimos en Roma por un mes”, recordó con entusiasmo. Es bueno saber que a esta capacitación son invitados los estudiantes universitarios más destacados del mundo en las áreas afines a la astronomía.
El objetivo de la escuela son las ciencias astronómicas estrictamente, por lo tanto no hay preferencias o requisitos hacia posturas religiosas. Fue una experiencia gratificante, no solo en el ámbito científico, sino cultural. Es interesante ver lo involucrada que está la Iglesia en el ámbito científico y cómo se extiende a nivel mundial. “Puedo decir que encontré un selecto número de nuevos amigos con los que puedo contar para mi desarrollo científico, espiritual y personal”, dijo. (Cortesia de diario El Heraldo)